Impacto de la ganadería en los ecosistemas ecuatorianos

La ganadería es una actividad económica fundamental en Ecuador, pero también tiene un impacto significativo en los ecosistemas del país. A medida que la demanda de productos ganaderos aumenta, es crucial adoptar prácticas sostenibles que minimicen los efectos negativos en el medio ambiente y promuevan la conservación de la biodiversidad.

En Ecuador, la actividad ganadera es responsable del 43% de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) provenientes del sector agrícola y del 18% del total nacional. Esto se debe, en parte, a que algunos productores emplean prácticas de manejo poco sostenibles, utilizando tecnologías que agravan la degradación de los suelos, incrementan las emisiones y los hacen más vulnerables a los impactos del cambio climático.

Impacto Ambiental de la Ganadería

La ganadería puede afectar los ecosistemas de varias maneras:

  • Deforestación: La expansión de tierras para pastoreo a menudo implica la tala de bosques, lo que reduce la cobertura forestal y afecta la biodiversidad.
  • Degradación del Suelo: El pastoreo intensivo puede llevar a la compactación y erosión del suelo, disminuyendo su fertilidad y capacidad para soportar vegetación.
  • Contaminación del Agua: Los desechos animales y el uso de fertilizantes y pesticidas pueden contaminar fuentes de agua, afectando tanto a la vida acuática como a las comunidades humanas.
  • Emisiones de Gases de Efecto Invernadero: La ganadería es una fuente significativa de metano, un gas de efecto invernadero que contribuye al cambio climático.
Impacto de la ganadería en los ecosistemas ecuatorianos

Prácticas Ganaderas Sostenibles

Para mitigar estos impactos, es esencial implementar prácticas ganaderas sostenibles:

  • Agroforestería: Integrar árboles y arbustos en las tierras de pastoreo puede mejorar la biodiversidad, proteger el suelo y proporcionar sombra y alimento para el ganado.
  • Rotación de Pastizales: Alternar las áreas de pastoreo permite que el suelo y la vegetación se recuperen, reduciendo la erosión y mejorando la fertilidad del suelo.
  • Manejo de Desechos: Implementar sistemas de manejo de desechos animales puede reducir la contaminación del agua y aprovechar los desechos como fertilizantes orgánicos.
  • Alimentación Sostenible: Utilizar alimentos para el ganado que sean sostenibles y de origen local puede reducir la huella de carbono y apoyar a los agricultores locales.
Impacto de la ganadería en los ecosistemas ecuatorianos

Ganadería Climáticamente Inteligente en Ecuador

En busca de acciones para frenar el impacto de la ganadería, el gobierno ecuatoriano, con el respaldo técnico de la FAO y el financiamiento del GEF, se desarrolló el proyecto «Ganadería Climáticamente Inteligente (GCI)». Este programa tuvo como propósito principal la conservación del suelo, el fortalecimiento de la resiliencia frente al cambio climático y la reducción de las emisiones del sector ganadero.

La estrategia se ejecutó a través de políticas intersectoriales y la promoción de prácticas sostenibles de ganadería en siete provincias consideradas vulnerables: Guayas, Manabí, Santa Elena (en la región Costa), Imbabura, Loja (en la Sierra), Napo y Morona Santiago (en la Amazonía).

Beneficios

Adoptar prácticas ganaderas sostenibles no solo beneficia al medio ambiente, sino que también puede mejorar la productividad y rentabilidad de las explotaciones ganaderas. Los suelos más saludables y la biodiversidad aumentada pueden llevar a una mayor producción de forraje y una mejor salud del ganado. Además, los consumidores están cada vez más interesados en productos sostenibles, lo que puede abrir nuevos mercados y oportunidades para los ganaderos.

La implementación de buenas prácticas ganaderas incrementó la productividad lechera en un 40% en promedio, mientras que los ingresos por animal ordeñado subieron de $3,15 a $4,50 diarios. Esto se logró gracias a una mejor alimentación del ganado, optimizando el manejo de pastos y suplementos, lo que también redujo costos para los productores. Además, las emisiones de GEI disminuyeron en un 20,4%, y se promovió un paisaje más armónico y saludable para los ecosistemas, mediante un uso eficiente del agua, menor deforestación y una adecuada gestión de pastos, suelos y residuos.

Más de 800 fincas adoptaron voluntariamente estas prácticas, motivadas por sus beneficios. El enfoque de Gestión Climáticamente Inteligente (GCI) será replicado a nivel provincial en planes de desarrollo y ordenamiento territorial, y a nivel nacional por el MAAE y el MAG, dentro del programa ProAmazonía financiado por el Fondo Verde del Clima. Además, una alianza con Telefónica permitió crear una aplicación móvil para monitorear emisiones, medir la capacidad adaptativa y facilitar el acceso a créditos verdes con BanEcuador.

Fuente:

Ecuador

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